CÓD.S01-02 ONLINE

Inanidad de la muerte como un mal. Byung-Chul Han, Kant, Séneca y Epicuro

Introducción:

La muerte, hoy día, presenta una viveza digna de mención. A partir del pensamiento senequiano, epicúreo y kantiano, con base en la pertinente interpretación de Byung-Chul Han en Muerte y alteridad, se reflexiona en términos académicos y ensayísticos sobre la inanidad de la muerte; sobre cómo la muerte, a pesar de «no ser nada en la vida», según los pensadores citados, es entendida como un mal; sobre cómo atemoriza el imaginarse el «estar muerto»; y sobre cómo la edad es una resistencia al tiempo y, por ende, a la muerte.

 

Objetivos:

Exponer de manera amena y formal, acorde con el carácter de un capítulo de libro, la inanidad de la muerte como un mal, al menos stricto sensu, desde la visión de ciertos grandes pensadores como Séneca, Epicuro y Kant. Resaltar mediante el devenir de la exposición cómo, hoy día, a causa sobre todo del maremoto pandémico, la muerte presenta una viveza especial.

 

Metodología:

Lectura, anotaciones clave y desarrollo moderado, sin aspirar a la construcción de un texto académicamente sesudo, del pensamiento tanático (a propósito de la inanidad de la muerte como un mal, en concreto) en las siguientes obras:

Epicuro. Epístola de Epicuro a Meneceo, en Obras completas. Madrid, Cátedra, 2012.

Espronceda, José de. Obras completas. Madrid, Atlas, 1954.

Han, Byung-Chul. Muerte y alteridad. Barcelona, Herder, 2018.

Kant, Immanuel. El conflicto de las Facultades. Buenos Aires, Losada, 2004.

Kant, Immanuel. Crítica del juicio. Madrid, Espasa-Calpe, 1989.

Kant, Immanuel. Antropología en sentido pragmático. Madrid, Alianza, 1991.

Séneca. Epístolas morales a Lucilio I. Madrid, Gredos, 1986.

 

Discusión:

La discusión se centrará, máxime, en defender la tesis de la inanidad de la muerte como un mal en el pensamiento célebre de los citados pensadores. Apoyándome, asimismo, en breves citas de otros grandes pensadores de la actualidad como Miguel de Unamuno, Thomas Nagel, Paul Ricœur o Theodor Adorno.

 

Resultados:

Afianzar la tesis planteada: la inanidad de la muerte como un mal, al menos stricto sensu, pues es sabido, y bastante se ha pensado en ello, que la muerte «afecta» e «influye» en la vida de las personas, que la muerte es en la vida, que hay muerte mientras uno existe.

 

Conclusiones:

En un sentido estricto, la muerte no se vive, no se vivencia, no se atesoran experiencias de la muerte. Cuando menos, como se dirá en el capítulo, cabe imaginarse muerto. Los pensamientos presentados, lejos de desactualizados y/o caducos, se siguen teniendo presentes en la actualidad.

Palabras clave

BYUNG-CHUL HAN EPICURO INANIDAD KANT MAL MUERTE SÉNECA

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Alejandro González Jiménez-Peña

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Preguntas y comentarios al autor/es

Hay 9 comentarios en esta ponencia

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      David Fernández Navas

      Comentó el 06/04/2022 a las 23:44:14

      Apreciado Alejandro, muchas gracias por tu magnífica exposición. Muy sugerente constelación de pensadores la que invitas a considerar. Me surge una duda respecto al trinomio Chul-Han, Kant estoicos. Cuando leí el Kant de la metafísica de las costumbres (hace ya muchos años, seguramente no sea muy preciso mi recuerdo) advertí cierto énfasis en la afirmación de la autonomía y casi violencia sobre la otredad: salvarse y salvarse uno mismo... En cambio, en los estoicos (Marco Aurelio sobre todo), creo que es clave el desasirse de la pretensión de autonomía y reconocerse como parte de una unidad. En ese sentido aprecio casi un punto de contacto con el pensamiento trágico nietzscheano, en cuanto reconocimiento de una otredad que va más allá del interés egoico. Mientras que en Kant parece todo muy instrumentalizado, sí... ¿En el caso de Chul-Han crees se inclina más por la segunda vía? Un abrazo, David

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        Alejandro González Jiménez-Peña

        Comentó el 07/04/2022 a las 12:49:36

        Querido David, me alegra mucho leerte. Gracias por comentar y por tus palabras. He procurado, con todo lo que uno soporta sobre sus espaldas en esta incómoda y pesada etapa de la vida académica, estar a altura del congreso. Espero haberlo logrado.

        Tu pregunta es brillante. Sí creo que hay una diferencia sustancial en la filosofía kantiana y la «clásica», digámosle así. Yendo al meollo del asunto, Han titula el capítulo «Intrigas de la supervivencia» —los subcapítulos son «Estética de la supervivencia» y «Ética de la supervivencia», muy kantiano todo, como puedes comprobar— y el capítulo siguiente «Mi muerte» —Heidegger y Lévinas juegan un papel crucial también—. En Heidegger, por ejemplo, hay un heroísmo del yo. En Han un heroísmo del amor. Aquí si se incluye al otro.Sin más, diría que Han no se inclina por ninguna de las vías. No obstante, la teoría moral kantiana trabaja para eliminar la muerte. En Kant hay un resentimiento contra la mortalidad humana y un anhelo de matar la muerte. Creo que en Han ocurre lo mismo. La serenidad de la que habla Han, una serenidad como el hecho de tomar consciencia de la mortalidad de uno aviva el yo y lo abre o lo arroja a lo que no es el yo.

        Espero haber respondido medianamente bien a la pregunta, David. Abrazos

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      Nadia Victoria García Belkhatir

      Comentó el 06/04/2022 a las 22:04:19

      Enhorabuena por tu presentación, Alejandro. Ha sido un placer escucharte.
      Me quedo con esa idea tan bonita que mencionas al final, sobre que pensar la muerte es también pensar la vida. Como valenciana que soy, me veo casi en la obligación de citar yo unos versos de Miguel Hernández donde creo que ofrece una visión de la muerte bellísima también. En Vecino de la muerte, un poema no incluido finalmente en el Rayo que no cesa, otorga a la muerte un poder casi creador, donde la muerte no aparece tanto como final sino como principio de una nueva vida.
      "La tierra es un amor dispuesto a ser un hoyo,
      dispuesto a ser un árbol, un volcán y una fuente.

      Mi cuerpo pide el hoyo que promete la tierra,
      el hoyo desde el cual daré mis privilegios de león y nitrato
      a todas las raíces que me tiendan sus trenzas."

      ¡Un saludo!

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        Alejandro González Jiménez-Peña

        Comentó el 06/04/2022 a las 23:04:44

        Mil gracias, Nadia. Me alegra mucho que te haya gustado el vídeo de la ponencia. Ojalá sacara tiempo para poder leer con más detenimiento a Don Miguel Hernández. Siempre me encanto su forma de expresar la muerte:

        "Yo quiero ser llorando el hortelano
        de la tierra que ocupas y estercolas
        compañero del alma tan temprano".

        "Un manotazo duro, un golpe helado,
        un hachazo invisible y homicida
        un empujón brutal te ha derribado".

        Sus poemas son de una naturalidad y una pureza sinigual.
        Gracias por recordarme la figura y el arte de Don Miguel.
        Abrazos desde Málaga

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      Chaxiraxi Mª Escuela Cruz

      Comentó el 06/04/2022 a las 11:12:39

      Muchas gracias por tu presentación, Alejandro. Me ha parecido muy sugerente la constelación de problemas que planteas en torno a la experiencia de la muerte: asilo, compasión, finitud, mérito… Creo, además, que han sido muy esclarecedoras las citas de las que te has acompañado en tu presentación. Me preguntaba si podría interesarte acercarte a la reflexión sobre la experiencia de la muerte que aparece en Adorno. En Dialéctica negativa nos presenta una lectura no espiritualizada, sino historizada de la muerte a partir de la experiencia de Auschwitz.
      Gracias una vez más.

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        Alejandro González Jiménez-Peña

        Comentó el 06/04/2022 a las 11:29:58

        Mil gracias por tus palabras, Chaxiraxi. He procurado hacerlo lo mejor posible. Es complicado resumir en 15 min. un capítulo de libro de casi 1 hora de exposición. He dejado, a buen seguro, bastantes datos en el tintero.

        Sobre el posible interés de acercarme a la reflexión acerca de la experiencia tanática en Adorno: ¡Sólo faltaría! Claro. Y no sólo en Adorno, sino en Primo Levi, cuyos escritos son testimoniales y se aprecia con suma claridad la desgarradora "experiencia de muerte". Sí diré, permítaseme, que en la ponencia he procurado dejar constancia del pensamiento sobre la incapacidad de "vivir la muerte", stricto sensu, pero sí creo que una suerte de muerte se vive o se experimenta. Un libro desgarrador, a la par que iluminador, es "El corazón de la zona gris", de Paz Moreno Feliu. Tremendo. Hay no sólo una experiencia cercana a la muerte, sino un proceso deshumanizador que, además, sería sinónimo de una muerte de la identidad, y por consiguiente una muerte del yo y de la persona. Des-humanizar. Horroroso.

        Hay tanto que escribir sobre esto —y tan poco tiempo—.

        Mil gracias por sus palabras. Gracias.

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      Ricardo Gião Bortolotti

      Comentó el 04/04/2022 a las 16:08:16

      Parabéns, Alejandro, pela exposição clara e sobre tema tão complexo. Minha questão é sobre um esclarecimento. Kant propõe a Crítica da Razão Prática para conduzir o pensamento no mundo da coisa em si (ideias de perfeição, Deus, alma, liberdade, etc). Diante disso, a morte, que coloca fim a vida produtiva, não deveria ser vista como um mal total, pois a orientação do mundo dos fenômenos teria a garantia do sobrenatural como vida bem-aventurada . Enfim, qual a relação do mundo das ideias, exposto na Crítica da Razão Prática e a trajetória do indivíduo produtivo no mundo fenomênico? Grato.

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        Alejandro González Jiménez-Peña

        Comentó el 04/04/2022 a las 19:57:48

        Mil gracias por sus palabras, Ricardo. Le mentiría si le digo que soy sabedor de la filosofía kantiana. Ni de lejos. Sin embargo, a pesar de haber estudiado de soslayo a Kant, creo poder responderle adecuadamente. La pregunta que plantea es general con relación a la ponencia, Kant nos dice que uno nunca tiene la promesa de esa «vida bem-aventurada», vida eterna, como algo certero. La muerte en Kant no es un mal total, pienso yo también. Pero para lograr la vida eterna, que es como el fin bueno de la vida, uno ha de regirse en el mundo fenoménico (es decir, mundo sensible) por las ideas de la razón. Entiendo yo. Debemos hacer en el mundo fenoménico son las leyes de la razón a fin de ganarnos la dignidad para poder ser salvados. Creo esa supuesta relación se estudiaría en la religión dentro de los límites de la mera razón. Espero haber respondido, aunque sea medianamente bien, a su pregunta. Abrazos, Ricardo.

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